La generación de aserrín, polvo y/o partículas finas que produce el funcionamiento de algunas herramientas eléctricas, tales como, por ejemplo, lijadoras, taladros, sierras, amoladoras o cortadoras de cerámicos, es inevitable y afecta no sólo a las herramientas, las piezas y el ambiente de trabajo, sino principalmente al propio usuario. Es por ello que en este artículo, trataremos sobre cómo las aspiradoras industriales vienen a cumplimentar ya directamente, a las herramientas para facilitar este trabajo.
Desde el gran auge que han venido cobrando estas herramientas en los últimos 60-70 años, diversas instituciones gubernamentales de la salud y el medio ambiente han establecido una serie de estrictas normas de protección personal y ambiental, que van desde ropa impermeable y equipos de respiración autónoma hasta sistemas de ventilación/extracción localizada y/o contención de las partículas suspendidas en el aire, según se trate de herramientas portátiles o maquinaria de gran tamaño.
La normativa también hace hincapié en el abordaje del problema desde el principio, es decir, evitando la formación de estas partículas perjudiciales. La manera más común de no producirlas es usando maquinaria y herramientas portátiles con sistemas de aporte de agua (trabajo en húmedo). Sin embargo, dependiendo del material de la pieza -pensemos en la madera, por ejemplo- esto no siempre es posible.
En esos casos, lo que se recomienda es emplear máquinas con sistema de extracción localizada incorporado en la propia herramienta. Así, tenemos muchas herramientas eléctricas pequeñas que añaden una bolsa o cartucho para recolectar el polvo, por ejemplo, las lijadoras portátiles cuyas descripciones e ilustraciones aparecen en este artículo. Esa bolsa o cartucho se conectan a una abertura de la herramienta, denominada puerto, la cual está destinada a la extracción del polvo.
Sin embargo, como podremos apreciar, no todas las herramientas eléctricas vienen provistas con una bolsa recolectora para el polvo. Las que generan una cantidad considerable de partículas, cuyo volumen sobrepasaría rápidamente la capacidad de la bolsa, omiten este accesorio y sólo cuentan con el puerto, de manera que para evitar la generación de partículas durante el funcionamiento de la máquina el usuario debe conectar a dicho puerto un sistema de aspiración externo. Uno de esos casos es, por ejemplo, la acanaladora que describimos aquí.
Como vemos en ese artículo, el sistema externo es una aspiradora. Muchos se preguntarán si podría conectarse entonces la aspiradora que tenemos en casa y que adquirimos en un negocio de artículos para el hogar. La respuesta no favorece esta opción. Por empezar, las aspiradoras domésticas no tienen la potencia ni la durabilidad que requeriría su uso para acoplar a una herramienta eléctrica. En segundo lugar, salvo algunas excepciones, no aspiran líquidos, y esto sería una ventaja importante en el caso de que en un lugar de trabajo se use agua para evitar la formación de partículas. Y principalmente, las aspiradoras domésticas no cuentan con filtros de alta eficacia frente a partículas (conocidos como filtros HEPA), condición imprescindible para evitar su rápida obstrucción ante particulado grueso, como el de yeso o mampostería.
Por lo tanto, aquí es donde entran en juego las aspiradoras industriales ofrecidas por muchos fabricantes de las mismas herramientas eléctricas que generan partículas durante su funcionamiento. Unos de los modelos más populares y vendidos de este tipo de aspiradoras son los que funcionan tanto en seco como en húmedo, y son precisamente esos modelos de los que tratará esta nota.
Aspiradoras en seco y húmedo, ¿qué son?
Se trata, básicamente, de máquinas concebidas para aspirar materiales sólidos y líquidos usando el filtro correspondiente. No están diseñadas para aspirar materiales inflamables, explosivos o perjudiciales para la salud, y los modelos que veremos aquí son aptos para el uso en el hogar, por parte del aficionado o en talleres pequeños. La versatilidad de las aspiradoras en seco y húmedo permite efectuar fácilmente una gran cantidad de tareas, por ejemplo:
- Aspirar líquidos derramados.
- Mantener limpios los lugares de trabajo.
- Recoger vidrios rotos.
- Eliminar polvo y virutas de madera de las herramientas eléctricas.
- Limpiar a fondo el interior de vehículos.
- Vaciar recipientes.
- Aspirar las alfombras que acabamos de limpiar.
- Secar un piso limpio.
- Limpiar garajes u otras áreas que generan residuos de mayor tamaño.
- Desatascar sumideros.
Sin embargo, esto no es todo. Algunos modelos no sólo sirven para aspirar, sino también para funcionar como sopladores y, como nos interesa especialmente en este artículo, hasta para sincronizar su funcionamiento con el de la herramienta eléctrica que usemos.
Para comenzar, veamos en acción a una de estas aspiradoras en seco y húmedo.
¿En qué consisten y cómo funcionan?
Una aspiradora en seco y húmedo tiene tres componentes principales:
- Tanque o cámara de recolección, generalmente construido en acero inoxidable
- Motor
- Manguera
El motor se encuentra dentro de una unidad llamada cabezal ubicada sobre el tanque, y acciona un ventilador que aspira aire del tanque y la manguera, como vemos en la siguiente figura.
Conforme el aire va ingresando por el puerto de entrada a un área más pequeña (la manguera) aumenta su velocidad y crea succión. Esto le permite arrastrar las partículas de suciedad y transportarlas hacia el tanque. A medida que el aire entra en el tanque (de mayor tamaño), disminuye su velocidad y las partículas son liberadas. Luego, el aire es expulsado por el puerto de salida, en la parte superior del aparato.
Para evitar que las partículas sólidas o líquidas contenidas en el tanque se proyecten fuera de este a través del puerto de salida, se monta un filtro entre el tanque y el puerto de salida, cuya función es la de retener las partículas aspiradas. Según se trate de sólidos o líquidos, los filtros típicos consisten en un cilindro de papel plano o plisado para partículas sólidas, y un cilindro de espuma para partículas líquidas, cualquiera de los cuales va montado con su tapa correspondiente en una cesta unida al cabezal. Muchos fabricantes también incorporan una bolsa de recolección, y de hecho recomiendan su uso, concebida únicamente para la aspiración en seco. La bolsa no sólo refuerza la potencia de aspiración, sino que además facilita la eliminación de los materiales sólidos y prolonga la vida útil del filtro.
¿Cuáles son sus componentes?
Las figuras que siguen muestran uno de los modelos más completos de aspiradora en seco y húmedo, con sus componentes principales, así como los del detalle del cabezal.
- Empuñadura
- Interruptor ON/OFF/Modo automático
- Cabezal
- Cesta para colocar el filtro
- Válvula flotante
- Tomacorriente automático para conectar herramientas eléctricas
- Gancho para trabar el cabezal
- Tanque
- Conexión de la manguera de succión
- Conexión para soplado
- Manguera flexible de succión
- Tubo de succión de 3 piezas
- Boquilla multiuso
- Ruedas
- Gancho para colgar el cable
- Ruedas
- Tapa para drenaje de polvo y líquidos
- Adaptador
- Soporte para accesorios
¿Qué beneficios prestan?
Como expresamos más arriba, las aspiradoras en seco y húmedo cumplen con una serie de propósitos que no poseen las versiones domésticas. Teniendo en cuenta los componentes mencionados en las figuras, examinemos cuáles son.
a) Tomacorriente automático para conectar herramientas eléctricas (componente 6 de las figuras)
Cabe aclarar que no todas las aspiradoras en seco y húmedo cuentan con esta función, pero sí se incorpora en las más completas y equipadas. De esto se deduce que si buscamos una aspiradora para usar con nuestras herramientas eléctricas para que elimine automáticamente el polvo generado, es indispensable que dicha aspiradora cuente con un tomacorriente automático incorporado, tal como la que muestra el siguiente video.
El funcionamiento del tomacorriente automático es muy sencillo, ya que solo consiste en seguir estos pasos:
- Sobre la cesta 4 del cabezal de la aspiradora colocamos el filtro plisado para aspiración en seco y, si el polvo a recolectar es muy fino, también conectamos la bolsa, tal como indica la siguiente figura.
- Conectamos el cable de alimentación de nuestra herramienta eléctrica al tomacorriente automático (6) de la aspiradora, y luego conectamos la manguera flexible de succión (11) al puerto de extracción de polvo de la herramienta eléctrica.
- Colocamos el interruptor (2) de la aspiradora en la posición «AUTO» (modo automático).
- En cuanto encendamos la herramienta eléctrica, también se encenderá la aspiradora, de manera que podremos trabajar con nuestra herramienta sin que se formen partículas de polvo.
- Al apagar la herramienta eléctrica, la aspiradora también se apagará después de un breve retardo preestablecido de fábrica.
b) Función de soplado
Prácticamente todos los modelos de aspiradoras en seco y húmedo pueden funcionar como sopladores, por ejemplo, para recolectar las hojas secas de un jardín. Para usar nuestra aspiradora como soplador, simplemente conectamos la manguera de succión (11) a la conexión para soplado (10) y encendemos la aspiradora. Si es necesario extender la manguera de succión (11), podemos acoplar a esta uno o más de los elementos que componen el tubo de succión de 3 piezas (12).
c) Vaciado de sumideros y/o recipientes
Gracias a la gran capacidad del tanque de acero inoxidable (que según el fabricante y modelo varía entre 10 y 60 litros o más) podemos drenar agua limpia, sucia o jabonosa de piletas de cocina, estanques pequeños, bañeras o cualquier otro recipiente. Dado que la mayoría de las aspiradoras incluye una válvula flotante (5) para evitar que el líquido se proyecte hacia el motor cuando se ha colmado la capacidad del tanque, así como una tapa para drenaje de polvo y líquidos (19) para vaciar el tanque, podemos reutilizar la capacidad del tanque tantas veces como sea necesario.
¿Qué características tienen?
Las aspiradoras en seco y húmedo provistas de tomacorriente automático para conectar herramientas eléctricas son equipos robustos, con una potencia de motor de aproximadamente 1500 W, un peso de unos 7 kg y una capacidad promedio del tanque de 30 litros. El tomacorriente incorporado permite conectar herramientas eléctricas de hasta 2000 W, lo que puede abarcar incluso poderosas sierras de inglete.
Podría pensarse que con estas características se trata de máquinas ruidosas y de gran consumo energético, pero no es así, ya que hoy en día todos los fabricantes reconocidos ponen especial énfasis en diseñar sus aparatos eléctricos bajo rigurosas normas ambientales, como nos explica este video.
Como puede imaginarse, la elección de una buena aspiradora en seco y húmedo tiene en cuenta muchas de estas características que obviamente dependerán del uso que le daremos. En un artículo futuro nos ocuparemos de revisarlas.
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